08/03/2014

Brote del alba

Si uno se pone a cantar
Un cochero lo acompaña 
Y en cada vaso de vino 
Tiembla el lucero del alba.
 ¿Qué es el lucero del alba? Casi todo el mundo sabe que el lucero del alba es el planeta Venus. Y también el lucero del ocaso. Sin embargo mucha gente confunde al planeta Júpiter con Venus. El domingo, en Paso de las Nubes, escuché a varias personas cayendo en este error cuando Júpiter apareció en el cielo del atardecer. El origen de la confusión es que Júpiter es también muy brillante, si bien nunca tanto como Venus.

En estos días Júpiter brilla intensamente al caer la noche en el cielo del Norte (para los que estamos en el hemisferio Sur). Es el planeta que observamos la semana pasada en la sesión pública que comenté aquí. Inclusive hay allí una foto de mi telescopio apuntando al planeta gigante, visible aun con luz de día.

¿Pero entonces de qué hablamos, del lucero del alba o del lucero del ocaso? Bueno, de las dos cosas. Yo creo que parte de la confusión en estos días es que Venus, justamente, es visible al alba, y no al atardecer. De manera que al caer la noche Júpiter brilla solito, como el brote del alba.

Es fácil entender por qué Venus es tanto el lucero del alba como del ocaso. La órbita de Venus es más chica que la de la Tierra, de manera que siempre lo vemos cerca del Sol en el cielo. En Stellarium se puede marcar la órbita de un planeta, y la de Venus, en estos días, se ve así (la hora es el mediodía solar para que se vea entera la órbita, mirando al Norte):


Para que se aprecie la escala de esta ilustración marqué también la distancia angular entre el Sol y Venus, que es de unos 46°. ¿Cuánto es esto? Si extendemos los brazos, y ponemos las manos con los dedos extendidos, pulgar contra pulgar, es la distancia entre los extremos de los meñiques. En estos días, como se ve, está al Oeste del Sol y en su máxima elongación, de manera que podemos verlo sobre el horizonte del Este antes de que salga el Sol. Es el lucero del alba, la última "estrella" en apagarse, como Balderrama, antes del amanecer. Es increíblemente brillante. Vale la pena levantarse a eso de las 6 para verlo aunque sea una vez. Si lo hacen en estos días tal vez puedan ver también al planeta Mercurio. También él, por qué no, con pretenciones de lucero.

Venus se mueve en esa órbita, de manera que a lo largo del tiempo, de los meses, llegaremos a verlo casi directamente frente al Sol. Así estará el 24 de octubre de este año. Cuando pasa por esta posición el resplandor del Sol no nos permite verlo. A menos que pase exactamente delante del Sol. Son los rarísimos tránsitos de Venus, que ya comenté y que tuve la suerte de presenciar.

El tiempo pasa y finalmente Venus llega a estar al Este del Sol, así (junio del próximo año, por ejemplo). Cuando está en esta posición no es visible de madrugada. En cambio, está todavía sobre el horizonte cuando el Sol se pone por el horizonte occidental. Son los meses en que Venus se convierte en el lucero del ocaso. Es la primera "estrella" en empezar a brillar al caer la noche.

El planeta Júpiter, como les decía, en estos días se ve casi exactamente al Norte al caer la noche. Miren la ilustración en Stellarium: ¡está a más de 100° del Sol! Claramente esa luminaria crepuscular en el cielo del Norte no puede ser el planeta Venus, que nunca se aparta del Sol menos de la mitad de esa distancia. Sólo los planetas cuyas órbitas se encuentran por fuera de la de la Tierra pueden encontrarse, en el cielo, tan lejos del Sol, inclusive en la dirección exactamente opuesta al Sol.

¡Pero Júpiter también se mueve en su órbita! Así que, cada tanto, inclusive Júpiter puede estar cerca del Sol y funcionar casi como un lucero. Es el caso de esta circunstancia, fíjense, el 27 de diciembre de 2017. Venus no está por ningún lado en el cielo del amanecer. Estará muy cerquita del Sol, y ambos debajo del horizonte. Y Júpiter, para un observador casual (pero no para un lector de En el Cielo las Estrellas, of course) sería fácilmente confundido con Venus. Vale la pena decir que el Júpiter más brillante, de todos modos, es casi 10 veces menos brillante que el mejor Venus.

Finalmente, para contribuir a la confusión general, hay que decir que ambos planetas pueden verse al mismo tiempo, ya sea en el cielo del amanecer o en el del atardecer. Son preciosos crepúsculos con dos luceros, contradiciendo la letra de la zamba. Llamamos a estos eventos conjunciones, y en este blog somos fanáticos de las conjunciones. Ya han aparecido más de una vez. Y termino con esta preciosa conjunción en el invierno del año que viene, con Venus y Júpiter increíblemente cerquita. Espero que esté despejado, así podemos verla.




Ilustraciones preparadas con Stellarium. El paisaje es el de la ya inexistente cancha de fútbol del Centro Atómico Bariloche. La Zamba de Balderrama tiene letra de Manuel J. Castilla y música del Cuchi Leguizamón.

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