12/04/2014

La sombra del mundo

Ochocientos sesenta y cinco días. Tres años, tres meses y 25 días. Sin eclipse. El último eclipse total de Luna que vimos en Bariloche fue el 21 de diciembre de 2010. Hubo un par en 2011 que no vimos desde aquí. Así que venimos juntando ganas, y si la meteorología nos favorece nos pondremos al día esta semana.

Habrá un eclipse total de Luna en la madrugada del 15 de abril. Será íntegramente visible desde Bariloche y desde todo el continente. Los siguientes son los momentos relevantes para tener en cuenta al momento de planificar una sesión de observación (indicados en hora argentina, GMT-3):

Comienzo de la fase parcial:  02:58  (La Luna llena empieza a meterse dentro de la sombra de la Tierra.)
Comienzo del eclipse total:    04:07  (La Luna está completamente dentro de la sombra de la Tierra.)
Máximo eclipse:                    04:46
Fin de la fase total:               05:25  (La Luna empieza a salir de la sombra.)
Fin de la fase parcial:            06:33  (La Luna vuelve a verse llena.)

Como se ve, un eclipse de Luna es un evento muy lento, que se desarrolla a lo largo de horas. Para el que quiera verlo de punta a punta, todo el fenómeno es fascinante. Lo mejor, de todos modos, es la fase de eclipse total. Así que el curioso que no quiera pasarse la noche entera tiritando bajo las estrellas puede poner el despertador un poco antes de las 4 de la madrugada, y salir a ver cómo la Luna llena desaparece en las sombras de la Tierra. Si aguanta tres cuartos de hora puede esperar hasta las 5 menos cuarto, el momento de máximo eclipse, cuando la Luna esté pasando bastante cerca del centro de la sombra, que es la parte más oscura. Y después se vuelve a la cama.

Hay un par de cosas interesantes que quiero comentar sobre los eclipses de Luna. En primer lugar, durante la fase parcial, observen el aspecto de la Luna. Ésta es una secuencia de fotos del eclipse del 21 de febrero de 2010 que, como el de esta semana, vimos enterito con la Luna bien alta en el cielo:


Durante la fase parcial del eclipse (o durante un eclipse parcial, por supuesto), vemos la Luna con forma de creciente, como durante las fases creciente o menguante que vemos todos los meses en la Luna. Sin embargo, mirando con cuidado vemos que no es exactamente como una Luna creciente. Claro, lo que estamos viendo no es el borde que separa el día de la noche lunares (el "terminador", se llama). Es el borde de la sombra de la Tierra. Y vemos que es redondo. Vemos un cachito, pero es fácil imaginar la sombra entera. La sombra de la Tierra es redonda. ¿Y por qué es redonda la sombra de la Tierra? ¡Porque la Tierra es redonda! Hace 2500 años los antiguos griegos observaron el fenómeno y concluyeron, acertadamente, que nuestro mundo era redondo. Es un conocimiento que forma parte de nuestra cultura desde hace miles de años. No es verdad que hasta Colón la gente creyera que la Tierra era plana.

Otra cosa interesante para observar es el color de la Luna durante la fase total. ¡Se ve roja! Si la Luna está completamente metida en la sombra de la Tierra,  ¿por qué no desaparece por completo? ¿Y por qué se ve roja? La respuesta es tan sencilla como encantadora.

Hay que hacer un ejercicio de imaginación. Imaginemos que estamos en la Luna durante el eclipse, como ilustré en la imagen de aquí al lado. El eclipse de Luna ocurre durante la luna llena, así que si miramos hacia la Tierra estamos también mirando en la dirección del Sol, que aquí en la ilustración puse asomando tras nuestro planeta. O sea, la noche de la Tierra apunta hacia nosotros (vemos las luces de las ciudades...) y el día de la Tierra hacia el otro lado. ¿Qué es esa corona roja alrededor de la Tierra, separando la noche del día? ¿Qué es lo que separa la noche del día en la Tierra?... ¡El amanecer y el atardecer! Estamos acostumbrados a pensar en el amanecer y el atardecer como momentos, pero en realidad son lugares. Todo el tiempo hay, en la Tierra, un círculo enorme de amaneceres y atardeceres. Y durante el eclipse, desde la Luna, lo vemos rodeando la Tierra, separando la noche (que está de nuestro lado) del día (que está del otro lado). La luz rosada de todos los amaneceres y de todos los atardeceres del mundo pinta de rojo la Luna llena durante el eclipse.

La cantidad de luz y la intensidad del rojo son siempre distintos y muy difíciles de predecir. Dependen de la composición de la atmósfera que atraviesa ese poquito de luz del Sol, y particularmente del polvo de erupciones volcánicas, que llega muy alto en la atmósfera. Así que todos los eclipses totales de Luna son distintos, y pueden ser desde un rojo ladrillo brillante hasta un rojo oscuro con la Luna casi invisible.

Habrá otro eclipse total de Luna este año, el 8 de octubre. Pero no veremos la fase total, veremos a la Luna casi totalmente eclipsada poniéndose tras la Cordillera al amanecer. Lo cual también tiene su encanto. Después, el 27 de septiembre del año que viene tendremos otro, en un horario un poco más amigable, con la totalidad empezando antes de la medianoche. 

¿Cómo observar? ¡Como puedan! A ojo desnudo, con binoculares, con telescopio... Algo de aumento pero no mucho es en general lo mejor para un eclipse de Luna, pero de cualquier modo se puede disfrutar.

Bueno, ¡que lo disfruten, no tomen frío, saquen fotos y compártanlas! Y a no olvidarse que también esta semana, el 17 de abril, los astros vuelven a alinearse para que la Luna oculte a Saturno (de 04:05 a 05:27, visto desde Bariloche).


La referencia obligada sobre eclipses es la página de la NASA, a cargo de Fred Espenak, sobre cuyos cálculos se basa toda la información de eclipses lunares y solares que encontrarán en programas de astronomía como Stellarium, Cartes du Ciel, etc. Está sólo en inglés en: http://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html. La ilustración está hecha con Celestia.

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