07/11/2015

Barra brava

Pasando directamente sobre las cabezas de los barilochenses cada día del año se encuentra uno de los sitios más interesantes del universo de aquí a cien millones de años luz: el cúmulo de galaxias de Fornax. Es en verano cuando podemos observarlo bien, y ya compartí aquí una imagen de campo ancho, abarcando todo el cúmulo, tomada el verano pasado:


Esta imagen está tomada con un teleobjetivo de 100 mm en la cámara, sin usar el telescopio más que para seguir el movimiento del cielo durante más de una hora de exposición.

Hay una galaxia en este cúmulo que llama la atención aún al más inexperto: es la indicada como NGC 1365. Y llama la atención porque tiene dos preciosos brazos espirales. No es la galaxia más grande del cúmulo: NGC 1316 y NGC 1399 son mayores; pero son elipsoidales, y las galaxias elipsoidales son un poco zonzas para observar y fotografiar con un equipo modesto como el mío. Tampoco es la única espiral del cúmulo, pero las otras son tan chiquitas que cuesta identificarlas. Así que, después de casi 70 minutos de cúmulo, montamos la cámara en el telescopio para fotografiar NGC 1365 en primer plano. Acá está, es preciosa:


Esta foto integra apenas 20 minutos de exposición, porque ya se estaba haciendo tarde y la galaxia estaba cada vez más baja en el cielo. Pero tiene suficiente detalle y gracia para compartirla. Vemos que los dos grandes brazos espirales no salen del centro de la galaxia, sino de los extremos de una "barra" central bastante prominente. Muchas galaxias espirales tienen estas barras, inclusive nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Esta barra, por supuesto, no es un objeto rígido, sino un gigantesco enjambre de estrellas en movimiento. Al igual que los brazos, estas regiones más densas y brillantes son un fenómeno dinámico producido por el movimiento de las estrellas. Una especie de embotellamiento, igual que los embotellamientos en una autopista: una región donde las estrellas pasan más tiempo y están más amontonadas, pero de la cual entran y salen estrellas todo el tiempo.

La barra de NGC 1365, notemos, es de un color más clarito que los brazos, que son azules. Ésto es indicador de que en la barra, y particularmente en el núcleo de la galaxia, hay una población de estrellas más viejas que en los brazos. La mayor parte de las estrellas nacen en los brazos, justamente debido a la compresión del gas y el polvo acumulados allí. Así que en los brazos hay muchas estrellas jóvenes y brillantes, que viven poco tiempo. En los brazos de NGC 1365 vemos varios gránulos más brillantes, que son precisamente las regiones de más intensa formación estelar. Finalmente, una gruesa franja oscura, formada por muchísimo polvo frío interestelar, recorre toda la barra y parece insertarse en el núcleo de la galaxia de manera asimétrica. Se sabe que en el centro hay un agujero negro de dos millones de masas solares (la mitad del de la nuestra), girando casi a la velocidad de la luz. Debe ser un sitio interesante.

Nunca está de más decir que todas las estrellas individuales que vemos en esta foto están en nuestra propia galaxia, muchísimo más cerca que NGC 1365. La estrella brillante en la parte superior de la imagen es una anónima gigante anaranjada (clase espectral KIII), de magnitud 7.7 (invisible a simple vista), a 1360 años luz de nosotros. La galaxia se encuentra 40 mil veces más lejos. Su luz registrada aquí fue emitida cuando la India chocaba con Asia, aparecían las aves modernas, los primeros roedores, conejos, elefantes, ungulados y mucha de la fauna moderna. Me encanta.

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