16/04/2016

Un telescopio en la Luna

Estaba revisando la colección de fotos de las misiones Apollo, recientemente expuestas en su totalidad en Flickr, cuando vi esta imagen, usada como "tapa" del álbum correspondiente al magazine 114/B del Apollo 16. Hasta el más desprevenido de los lectores de este blog dirá, como yo: "¡Apa! ¡Eso es un telescopio! ¡En la Luna! ¡Es un TE-LES-CO-PIO-EN-LA-LU-NA!"

Es. Nunca había leído nada al respecto, pero no me costó averiguar que, efectivamente, Apollo 16 llevó a la Luna un telescopio ultravioleta. Ahí detrás se ve que Charlie Duke dejó el coche estacionado cerca, que es lo mismo que hago yo con el mío. El telescopio está a la sombra del módulo lunar Challenger para evitar el Sol (ya que no se iban a quedar hasta la noche). No puedo imaginarme la incomodidad de operar el instrumento usando el gigante traje lunar de los astronautas Apollo (véanlo acá tratando de levantar un martillo que se le cae). Claro que hay una ventaja: la rotación de la Luna es tan lenta que probablemente la montura está fija y no tuvieron siquiera que "ponerla en estación" (es decir, poner el eje de rotación de la montura paralelo al eje del rotación aparente de cielo, que en la Luna no es el mismo que en la Tierra...).

¿Por qué ultravioleta? Porque nuestra atmósfera es prácticamente opaca para la radiación ultravioleta. Y hay una cantidad de fenómenos interesantes que producen mucho UV, y para comprenderlos tenemos que verlos, fotografiarlos, medirlos, hacerles espectros. Si uno sale de la atmósfera, ¿qué mejor que llevar un telescopio UV? Así que Apollo 16 llevó el Far Ultraviolet Camera/Spectrograph, un telescopio de 3 pulgadas con película sensible entre 50 nm (nanómetros) y 160 nm (la luz visible está entre 400 y 700 nm). Fue el primer observatorio astronómico fuera de nuestro planeta. Al terminar la misión el cartucho de película fue retirado y traído a la Tierra. El telescopio todavía está en la Luna.

Las estrellas jóvenes son la principal fuente de UV, así que una de las observaciones planeadas fue de la Nube Mayor de Magallanes, que tiene la región de formación estelar más grande de nuestro rincón del universo. Tomé estas imágenes del paper donde se reportaron las observaciones. Ignoro si hay scans de mejor calidad. En todo caso, se reconoce la Nebulosa Tarántula, con su multitud de estrellas O y B jóvenes.

Hace pocos años el telescopio orbital de rayos gamma/ultravioleta Swift hizo un par de estupendos panoramas ensamblando miles de imágenes individuales de las dos Nubes de Magallanes. Así se ve la Nube Mayor, con casi un millón de fuentes individuales de radiación ultravioleta:


Es apreciable el inmenso avance técnico de 40 años. Pero estoy seguro de que a cualquiera de los astrónomos de Swift le hubiera encantado jugar un rato con el telescopio en la Luna.


El paper de donde tomé la imagen es: The S201 far-ultraviolet imaging survey: A summary of results and implications for future surveys, G Carruthers, T Page, Pub. Astr. Soc. Pac. 96:447-462 (1984).

Hay una linda entrevista al astrónomo Paul Crowther en YouTube donde habla sobre las Nubes de Magallanes y cuenta sobre el telescopio en la Luna.

Hay un lindo montaje de esa foto con otras tres del mismo cartucho formando un panorama. No la pongo acá porque tiene todos los derechos reservados. Está en este link.

2 comentarios:

  1. Buenísima "primicia", gracias por hacerla. No es muy técnico lo que voy a decir pero disfruté el artículo. Lo de "primicia" fue porque no lo sabía,y mi reacción también fue tipo ¡Oh, un telescopio en la Luna!.
    Posdata: amo las dos Nubes de Magallanes. En mi caso además logaron una hazaña de hacer que no me asuste una araña, nada menos que la fascinante nebulosa Tarántula.

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